”Profe, yo no sirvo para la gimnasia”.  Esta es una frase que la mayoría del profesorado de educación física ha escuchado alguna vez. Quien así se expresa vive con preocupación las clases de Educación Física. Ya es hora de admitir que existen escolares que terminan sintiendo desprecio porque no saben jugar, por su baja competencia motriz en la clase, y porque para lsus compañeros/as encarnan la torpeza. Son los y las escolares que no sienten la satisfacción de conseguir una canasta o golpear una pelota con la raqueta. Que difícilmente han ganado alguna vez una carrera, que tienen miedo a hacerse daño y son los últimos/as en ser elegidos para formar parte de los equipos de juego. En realidad, no se sienten capaces de aprender lo que sus compañeros y compañeras aprenden con más facilidad, ya que sus movimientos no son fluidos, armoniosos y coordinados, sino todo lo contrario, son desmañados, torpes, lentos e inseguros. Este libro tratará de ellos y ellas y lo hará a partir de los hallazgos más actuales sobre este problema, el de la baja competencia motriz, asumiendo que debe dejar de ser una dificultad oculta en educación física.

Para ello Luis Miguel Ruiz en esta obra: 

• Analiza cómo se ha explicado el desarrollo de la competencia motriz y cómo evoluciona y cambia en los años escolares, dando especial relevancia a las dificultades que estos y estas escolares pueden presentar.

• Plantea lo que significa la baja competencia motriz en esta materia y nos presenta herramientas para poder evaluarla y detectar a aquellos/as escolares que presentan dificultades.  

• Considera el papel que juegan los procesos perceptivo-cognitivos en el desarrollo de la competencia motriz y cómo se manifiestan en este alumnado  

• Destaca la importancia que tiene una buena vitalidad física y como puede verse mermada en estos/as escolares. Sin duda la baja competencia motriz afecta a la esfera psicosocial de estos/as escolares. Los sentimientos de incapacidad aunados al rechazo que pueden recibir de sus compañeros más competentes pueden contribuir a la desmotivación y la resignación. Es por ello por lo que los últimos dos capítulos se dediquen a ofrecer sugerencias pedagógicas para que el profesorado  pueda acometer estas dificultades con solvencia, y contribuir a paliar los efectos de esta condición en su alumnado contribuyendo a que desarrollen una competencia motriz más exitosa.